Y lo normal es que todos nos llevemos las manos a la cabeza al ver o leer algo así. Pero la verdad es que esto no es más que el extremo.
Sin llegar tan lejos, hay a veces una adicción desmesurada a los tratamientos de belleza. Y, obviamente, opino que es bueno que nos cuidemos, tanto por estética, como por salud (una piel bien cuidada es una piel más sana, por ejemplo).
Pero sin perder el norte. Hay que estar lo mejor posible, manteniendo una naturalidad, que generemos miradas a la par que piensan: "Qué guapo / guapa, qué bien se conserva"; pero sería contraproducente que la reacción generada fuera "Vaya cara rara, queda artificial, es inexpresiva,...".
Seamos coherentes, cuidémonos, pero sepamos igualmente aceptar que nuestro reloj biológico marcha hacia delante. Disimulemos esa arruga que nos molesta, demos luminosidad a nuestra piel, declaremos la guerra al michelín o a la celulitis, que podemos; pero también, estemos orgullosos de nuestra edad.
Le deseo lo mejor a esta chiquita, que no hace más que sufrir las frustraciones y desequilibrios mentales de su madre, en una sociedad en la que por dar un cachete a tu hijo o hija puedes pasar la noche en el calabozo, pero que permite estas atrocidades. Espero que llegue a ser una adulta sin traumas y sin obsesiones.
Hasta pronto...